quinta-feira, 24 de março de 2011

URUGUAY - Aumentos en el precio del ganado

A diferencia de otras sequías, en esta ocasión los precios de la reposición, en vez de bajar, subieron.

El hecho de que algunos productores no sufrieron prácticamente la sequía ha mantenido activo un cierto nivel de demanda de ganados para el campo.

La oferta ha sido siempre insuficiente en relación a los pedidos, salvo unos pocos días de diciembre -cuando coincidieron las etapas más agudas y peligrosas de la sequía con una baja en el precio de los ganados de embarque y la inoportuna medida oficial de suspender las ventas a Turquía-.

Esta coyuntura se revirtió totalmente: la sequía se moderó, la industria viene subiendo los precios y se restablecieron los embarques a Turquía.

No es sólo un tema de la coyuntura: las expectativas de que continúen los buenos precios de la carne en

el exterior –independientemente de quién sea el comprador, si la industria o los barcos- alienta un mercado firme y en alza para las categorías para el campo.

La firmeza del precio de exportación de la carne se traslada al mercado de haciendas y refuerza la demanda por reposición. Así es que la relación flaco–gordo mostró en estos primeros meses de 2011 un nivel inusualmente alto, en torno a 1,4, pero si se consideran los costos de transacción la relación supera holgadamente a 1,6.

Un precio de U$S 2,50 por kilo de ternero en pie, comprado en la pantalla, con 8% de "gastos" de remate, más el flete al campo del comprador, termina costando alrededor de U$S 2,75 el kilo.

Si el lote es de terneros livianos, de menos de 150 kilos, el precio total puede superar los U$S 3.

Por la otra punta, un novillo gordo en frigorífico se paga alrededor de U$S 1,80 el kilo en pie a mediados de febrero, pero hay que descontar gastos, impuestos y comisiones de intermediación, en su caso más frecuente, lo que lo deja en torno a U$S 1,70 el kilo.

Como muestra la gráfica, en dos años el precio en dólares de los terneros se triplicó, mientras los novillos aumentaron 70%.

Con esta relación de reposición no es de extrañar que los invernadores se muestren reticentes a desprenderse de sus ganados gordos si no están bien completos.

Las restricciones en la oferta de ganado para faena también se originan en los problemas climáticos, y en el desentendimiento entre los productores y los frigoríficos, cuando éstos bajaron los precios en los meses de noviembre y diciembre, en circunstancias en las que los problemas se agudizaban por la sequía, al mismo tiempo que los valores de la carne en el exterior alcanzaban los niveles máximos desde 2008.

En los últimos dos meses, desde los precios más bajos de diciembre hasta el cierre de esta nota, los novillos gordos subieron 10% y siguen subiendo, en busca de un nuevo equilibrio.

FONTE: EL PAIS

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