quinta-feira, 10 de julho de 2014

Varios países están interesados en trazabilidad bovina uruguaya


La seriedad de la calificaciones es una garantía extra al vender

Foto: A. Colmegna (El Pais)

DIFERENCIA: LOS DATOS ALMACENADOS EN LAS CARAVANAS SON INALTERABLES



Hay 15 países de Latinoamérica y el Caribe que están interesados en el modelo de trazabilidad obligatoria que aplica Uruguay sobre su rodeo bovino. Es único en el mundo, no mide escala de productores y es el gobierno quien aporta los identificadores.

La trazabilidad obligatoria en el rodeo bovino se puso en marcha en la primavera de 2006, identificando todos los terneros nacidos en cada estación de cría. Hoy, Uruguay es el único país en el mundo que tiene todo su rodeo bovino identificado y trazado.
La trazabilidad es un atributo que permite hacer un rastreo del producto hasta su origen. En este caso, uniendo los datos del Sistema Nacional de Identificación Ganadera (SNIG) con los que las cajas negras instaladas en la industria frigorífica aportan al Instituto Nacional de Carnes (INAC), es posible trazar la historia desde el trozo de carne hacia atrás, llegando al animal vivo e incluso, conociendo los productores que fueron propietarios del mismo.

Eso llama mucho la atención internacional, cómo un pequeño país con fuerte tradición ganadera logró desarrollar un modelo adaptado a sus posibilidades que hoy es emblema en el mundo, cuando otras potencias con mayor tecnología aún no lo pudieron desarrollar.

"Hay 15 países de Sudamérica y el Caribe que están interesados en el modelo de trazabilidad aplicado en Uruguay", aseguró a El País la doctora María Nela González, directora del SNIG, el sistema oficial que es la base de la trazabilidad uruguaya.

Hay varias cosas que hacen única a la trazabilidad uruguaya. "Es una política pública, es obligatoria y tiene alcance nacional. No es un tema de escala, todo tenedor de ganado tiene que identificar y registrar sus animales. Lo hace único también que todo el rodeo nacional está identificado y registrado", admitió la profesional.

Los datos que los animales tienen almacenados en una caravana de radio frecuencia -la acompaña también otra caravana visual- son inalterables y ese es un atributo extra al momento de certificar procesos e inocuidad de los alimentos.
Ahora, más allá de la certificación de procesos, la trazabilidad es una formidable herramienta para el rastreo y control de determinadas enfermedades, porque sus datos permiten tomar medidas más rápidamente y mucho más acertadas en momentos difíciles.

González aseguró que también hace único el modelo uruguayo el hecho de que "incorpora un valor agregado a través de la información a nuestros animales, que no le genera costos adicionales a los sistemas de producción, que no los altera porque se sigue produciendo a cielo abierto, en pasto y sin hormonas, pero con el agregado de tecnologías".

La trazabilidad permite hoy que Uruguay "pueda estar certificando muchos procesos en la línea de producción que nos llevó a que hace un año, nuestras carnes excelentes de alta calidad, hayan superado los precios de Australia", afirmó González.

Aquellos nichos de alta exigencia comienzan a buscar y a querer consumir los productos uruguayos porque la seriedad de la producción, su proceso industrial y principalmente las certificaciones son serias y exigentes. Indirectamente se comienza a ver el valor de la trazabilidad uruguaya.


Visión.

Según la visión de Gastón Scayola, delegado de la Asociación de la Industria Frigorífica (Adifu) en la Junta Directiva del Instituto Nacional de Carnes (INAC), más allá de los avances en el acceso a mercado que aporta el contar con una trazabilidad bovina obligatoria, en los hechos "los mercados no están pagando una diferencia de valor por este atributo".
Scayola sostiene que la trazabilidad "es necesaria" y admite que "transmite orden", pero el mercado, "de última, no está reconociendo eso. En general todavía no hemos logrado que se pague por eso".
Ese es uno de los desafíos que tiene por delante Uruguay para lograr valorizar más su carne.


Ovinos.

En paralelo se comienzan a dar los primeros pasos y se implementó la trazabilidad individual en los ovinos, en el marco de la puesta en marcha del compartimento, una herramienta avalada por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), única en el mundo para esta especie. La meta es certificar que esos ovinos no ofrecen ningún tipo de riesgo contra fiebre aftosa, aunque su carne entre con hueso. Con esta herramienta se aspira a colocar cortes ovinos con hueso en Unión Europea, México, Canadá y Estados Unidos, entre otros mercados. Ese paquete permitirá certificaciones más estrictas, basadas en ciencia pura que abren destinos.


Procesan datos de lecturas

"No habrá una nueva lectura de campo obligatoria de todos los bovinos hasta que se terminen de procesar totalmente los datos generados en la pasada lectura", aseguró a El País la directora del Sistema Nacional de Identificación Ganadera (SNIG), María Nela González. La lectura de campo obligatoria "es una actividad que ningún país hizo porque no tiene todo el rodeo identificado. Cruzamos información con otras reparticiones y eso arrojó otros escenarios. Estamos en pleno análisis de esos datos y de la información generada", explicó la jerarca.

Fonte: Por Pablo Antúnez - El Pais

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