La norma dice que el precio del novillo en pos zafra, entrando la primavera, es superior al de la zafra, al final del otoño. Pero como toda norma, se cumple en la mayoría de los años, pero no en todos.
La lógica económica es clara: un producto vale más cuando escasea y menos cuando abunda. Pero claro, con el transcurrir de los meses entre otoño y primavera, las cosas pueden cambiar y, por ejemplo, la demanda puede haber caído en mayor proporción que la oferta. Fue lo que claramente pasó en 2008: el mundo era uno en mayo y otro en octubre, tras la hecatombe desatada con Lehman Brothers. El precio del novillo en el transcurrir de esos cinco meses bajó 9%. En 2011 sucedió algo distinto, pero con consecuencias similares: la demanda era muy fuerte en mayo, cuando varias plantas frigoríficas apuraban las últimas compras para completar el cupo Hilton en el que venían atrasados, y se mostraban mucho más cautelosas en la primavera. El precio del novillo fue 11% más bajo en la pos zafra que en la zafra.
Pero de los últimos siete años —como se puede ver en la gráfica— en cinco de ellos el ganado gordo tuvo un precio más alto en octubre que en mayo. Lo lógico.
¿Qué puede pasar este año? Un hecho parece claro: la oferta va a ser menor en la primavera. Es mucho el ganado que se ha faenado en estos primeros meses del año. Todo indica que se “limpió la cancha” de novillos grandes, a lo que hay que agregar que la oferta de vacas será escasa, dado que se preñó una proporción mucho mayor que lo habitual, gracias al excelente estado de las vacas de cría durante el entore.
Por lo tanto, la primera premisa de la pos zafra, que es que haya una menor oferta, se cumplirá.
Sin embargo, observando la demanda no parece haber margen como para que los precios suban más allá de los niveles actuales. La competitividad de Uruguay en el mercado internacional es muy mala. Con precios mucho más bajos para el ganado tanto en Brasil (principal competidor de la región) como en Australia (el principal extra región), la industria tiene dificultades para colocar la producción. Se dice que las cámaras tienen mucha carne, en especial trimmings.
Los frigoríficos aseguran estar perdiendo dinero y seguramente esa sea la situación de muchos en este momento. La industria se maneja con promedios de largo plazo; tiene asumido que hay períodos en los que los números le quedan en rojo. Pero en algún momento tiene que hacer promedio. De lo contrario, no es viable en el largo plazo.
Por lo tanto, parece difícil que el mercado busque su equilibrio mediante un aumento en los precios para compensar la menor oferta. Parece más probable que lo haga mediante una fuerte reducción de la faena.
Al momento de hacer números pensando en la próxima pos zafra, parece prudente manejarse con valores en el entorno de los actuales, y no pensar en que pueda haber un sobreprecio.
fonte: Tardaguila Agromercados
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