En declaraciones a Radio Carve, el funcionario argentino explicó que habrá dos protocolos de importación, uno para animales destinados a engorde y faena y otro para reproducción. Este último es el que rige desde la década de 1990 por el cual ya hubo una fluida corriente de negocios.
Con el protocolo de faena y engorde, la expectativa es que los animales puedan formar parte de la cuota Hilton, siempre que se valide el sistema de trazabilidad.
El objetivo del gobierno argentino es tender a moderar el aumento de los precios de la carne y de la hacienda, teniendo en cuenta el fuerte proceso de retención y la consecuente menor disponibilidad de animales para faena. Sin embargo, el especialista Miguel Gorelik, editor de la publicación Valor Carne, es escéptico sobre la efectividad de esta medida. Al analizar las distintas posibilidades de importación, ya sea de ganado o carne, dijo que “la posibilidad concreta de importar carne o hacienda con efecto sobre el nivel de precios internos en el corto plazo es muy remota”, aunque agregó que “esto no significa que deba abandonarse el intento de facilitar esta operatoria”.
La eliminación del cepo cambiario en Argentina acercó los precios de la hacienda en ese país a los que rigen actualmente en Uruguay. En el caso de las categorías para faena y engorde, las diferencias de precios actuales no parecen ser suficientes como para permitir una corriente comercial fluida. Sin embargo en el caso de las categorías de cría, teniendo en cuenta las referencias del remate de Rosgan en Rosario la semana pasada y las de ACG en Uruguay, hay categorías como las de terneras y vaquillonas preñadas para las que los precios en Argentina son más de 30% superiores. Seguro que no van a hacer bajar los precios de la carne en Argentina, pero bien pueden ser un piso importante para los precios de estas categorías en Uruguay.