URUGUAY : El diario El Acontecer de Durazno publicó ayer martes que se está construyendo en los límites de los departamentos de Durazno y Florida, próximo a Goñi, un nuevo feedot. Detalla el matutino, que cumple con los requerimientos sanitarios exigidos por los países compradores, Turquía y China.
Estos establecimientos surgieron como alternativos a la ganadería extensiva permitiendo que la tierra sea aprovechada para otros fines como el cultivo, de esta forma los animales son alimentados con alimentos balanceados en comedores y en un espacio de menor tamaño. Para el nivel de exportación de Uruguay se estima que con 40 días de concentración es suficiente para que los animales alcancen su estado a punto para ser trasladados al Puerto de Montevideo.
Sin embargo se considera que concentrar una gran cantidad de ganado en espacios cerrados es contaminante por lo que el cuidado debe ser mayor, y organizaciones ambientalistas han hecho conocer su protesta.
DEBATE. En marzo el programa En Perspectiva de radio El Espectador, debatió sobre el sistema de exportación en pie, participando los ingenieros agrónomos Rodolfo Irigoyen y Guillermo Villa junto con Daniel Belleratti, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Frigorífica, y Juan Castillo, coordinador del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT.
El ingeniero agrónomo Guillermo Villa dijo al El Espectador que “el negocio de la carne en Uruguay no tiene regulaciones, funciona por la libre oferta y demanda”, y entre las posibilidades comerciales está “la faena en la industria interna del Uruguay y la posterior exportación de carne con distintos grados de procesamiento”. Pero “también existe la posibilidad de exportar ganado en pie” que es “ganado que va a terminarse para ser faenado, pero el fuerte de la exportación en pie en Uruguay durante muchos años fueron vientres para integrar rodeos de producción en otros países. Exportación de ganado en pie es exportación de ganado vivo para seguir su ciclo en otro país”, explicó.
Daniel Belleratti por su lado recordó que “la exportación de ganado en pie no estuvo permitida en Uruguay hasta 1992” y que fue durante el gobierno del Dr. Luis A. Lacalle que se incorporó ese tipo de exportación de animales para terminarse fuera, para recriar o engordar fuera, y posteriormente animales para faena. Esto no gustó a los frigoríficos pues es una forma de que pierdan su materia prima. “Pero también había, y hay, un sentimiento de desconfianza de los productores de quedar en un embudo y que la industria frigorífica podría hacer de todo con ellos. Entonces el otro argumento que se nos dio es que era una puerta de vaivén, tanto se podía exportar como importar en pie”, dijo.
Posteriormente explicó que nunca se prohibió la importación en pie pero se han dado “particularidades” y “razones sanitarias” que la hacen inviable. “En el 92 y el 93 el Uruguay era un país igual a Brasil, Argentina y Paraguay. A partir del 95 pasamos a ser un país libre de aftosa sin vacunación, por lo que dejó de haber puerta de ven, sólo de va”.
De esta forma “aceptamos la exportación de ganado en pie. Durante muchísimos años convivimos con ella, en algunos momentos muy duramente, en el 96, el 97 y el 98 se fueron más de 300.000 cabezas de ganado, que fueron parte para la Argentina, porque estaba el plan de convertibilidad, un dólar un peso argentino, y los argentinos podían comprar todo. Y después el plan real, ese año se fueron para Brasil en el entorno de 129.000, 130.000 cabezas como consecuencia de la equivalencia un real un dólar”
TEMOR. Belleratti puntualizó que “la diferencia de aquellos años con la realidad actual es que al mismo tiempo que se exportaba ganado en pie, el productor vendía animales para faena y para criar”. “Teníamos que competir con esa realidad porque al mismo tiempo que se vendía el ganado nosotros vendíamos carne”. Pero “hoy es diferente y hay países que estratégicamente están tomando medidas de subsidio de sus sistemas internos de producción o de sus sistemas de faena o eventualmente tratando de subsidiar su mercado interno, y juegan en forma desleal con países como el nuestro que no tenemos ningún tipo de regulación”.
“No podemos permitir que se haga lo que de un día para el otro hizo un país como Turquía, que en mayo del año pasado decidió incorporar 2.300 millones de dólares por año a su sistema productivo para crear 34.000 puestos de trabajo y subsidia con 1.000 liras turcas por cabeza, que son 700 dólares, sin interés por dos años para faena y por siete años para engordar, facilitando la compra alrededor del mundo”.
El sindicalista Juan Castillo por su lado dijo que el movimiento sindical no está de acuerdo con la venta de ganado en pie porque ayuda a incrementar el paro de los trabajadores que, mientras el ganado continúa vendiéndose “los trabajadores no tienen puestos de trabajo”.
El Ing. Rodolfo Irigoyen insistió sobre el caso de Turquía, “hay razones de asimetría absoluta en las medidas de política económica de ese país para favorecer su agro. Es un negocio, les dan plata a dos años sin intereses, les permiten llevar el animal, hacer un feedlot, engordarlo, hacer plata, pagar el crédito y quedar con algo. Es un negocio que nosotros estamos financiando. Entonces hay que poner una luz amarilla” advirtió Irigoyen. “De repente mañana sale un decreto en Turquía y se termina, pero ¿quién dice que pasado mañana Rusia no quiera hacer lo mismo? ¿O traspasado mañana nuestros vecinos, tan afectos a las violaciones de algunos acuerdos arancelarios y demás o de tipo de cambio, no resuelvan recomponer sus rodeos y nos vacíen?”, se preguntó.
“LA PEOR SEÑAL” Irigoyen detalló que en 2010 fueron 207.000 cabezas en un total de 2.200.000, aproximadamente el 10 % del total de la faena “la exportación en pie sería el principal frigorífico” y “continúa creciendo ya que en el primer trimestre de 2011 es bastante más que en el final de 2010”. Agregó que suspender la exportación de ganado en pie “es la peor señal” y que generaría incertidumbre porque “todo lo que ha habido de inversión en las últimas décadas ha sido sobre la base de confianza y certidumbre, sacamos esa pata de la mesa y se nos cae todo”.
FONTE: AGROMEAT