Uruguay tiene hoy el ganado más caro de la región e incluso más alto que el australiano. Los productores viven “el sueño del pibe” y la industria complicada con sus números, aún así, sigue apostando al futuro porque es muy promisorio.
“Uruguay tiene más negocios que novillos”, asegura el analista cárnico argentino Ignacio Iriarte y se está notando cada vez más. Por un lado, coyunturalmente, hoy para el productor es bueno, porque gracias a una fuerte capacidad ociosa que tiene la industria frigorífica (de entre 30% y 40%) y a un amplio abanico de opciones de mercado, el precio del ganado gordo es el más alto de la región y está por encima del que reciben los productores australianos.
Es que la ganadería viene arrastrando un faltante de oferta que es reflejo de la sequía de 2008/2009, donde las tasas de parición fueron muy malas y recién este año estaría comenzando a levantar la cabeza, con una parición de 3 millones de terneros. Pero el gran desafío es mantener esa parición alta hacia el futuro, ya no sólo ayudada por el clima, sino respondiendo a las señales de estímulo que hoy le guiñan un ojo.
Mientras el productor está aprovechando el viento a favor sobre el precio del ganado -por más que bajó son precios altos-, la industria frigorífica sigue asegurando que tiene una pérdida de competitividad que complica el negocio y espera que en algún momento, la tortilla se de vuelta.
“El problema es que Uruguay está sobredimensionado en su industria frigorífica, hay más negocios que novillos. Uruguay es un país muy confiable y todos quieren comprarle carne, pero resulta que no hay tantos novillos en venta. Hay un exceso de capacidad instalada para el stock ganadero que hay. Eso es bueno para Uruguay porque genera competencia”, aseguró Iriarte a El País.
El experto recordó que Uruguay tiene un atraso cambiario que “hace que todo en dólares tenga un costo alto. Está sensiblemente más caro que Brasil y no se pierden negocios. Los precios son buenos y se venden volúmenes de carne superiores a los del año pasado. Evidentemente, si bien hay un grado de concentración en la industria, creo que el productor debe estar satisfecho con la calidad y la cantidad de frigoríficos que hay en Uruguay”.
La industria estima que es coyuntural el hecho de que hoy Uruguay esté con un precio de ganado gordo por encima del de Australia -es US$ 3,55 por kilo de carne contra US$ 3,21- y con un mercado de Estados Unidos que perdió fuerza mirándolo desde el punto de vista de la demanda, con Paraguay marcando mayor presencia en Chile y con Rusia, antes principal mercado de volumen para las carnes uruguayas en un segundo plano, las empresas uruguayas se chocan la cara con las australianas en China (actualmente el principal comprador de volumen).
“Un precio de ganado como el que tenemos comparado con el de Australia es casi insostenible porque a la industria no le están cerrando los números. Lo dijimos siempre desde el principio de año”, aseguró a El País, Gastón Scayola, representante de la Asociación de la Industria Frigorífica del Uruguay (Adifu) y gerente de Frigorífico San Jacinto, sin dejar de reconocer que el sector también vivió momentos muy favorables.
Para Scayola la situación “va a tener que cambiar necesariamente, porque posiblemente Rusia y Estados Unidos, algún día, se podrán volver a activar y porque quizás, el precio del ganado en Uruguay se tendrá que equilibrar con los valores de los demás mercados del mundo”.
Uruguay está entre los grandes exportadores del mundo, hace rato que juega en primera y vende en todos los mercados (salvo cortes frescos en Japón).
Por eso, la visión de la industria frigorífica es que “no es sostenible que uno de esos grandes exportadores tengan la materia prima más cara que todos los demás”, argumentó Scayola.
“La competencia es muy difícil. Creo que el ganado de Australia nunca va ser tan barato y el de Uruguay, nunca tan caro y algún día Uruguay no estará dándose 100% de frente con Australia, como sucedió en este último año y medio en las ventas a China”, estimó el representante de Adifu.
La industria frigorífica australiana tiene una mano de obra muy cara y cuenta con una cantidad enorme de reglamentaciones. “La mano de obra, está muy sindicalizada y tiene una productividad realmente baja para los salarios que tiene. En la industria frigorífica es considerado uno de los salarios más altos del mundo. Eso hace que frente a un determinado precio que paga el mercado internacional, al productor se le paga menos”, explicó el consultor argentino.
“Es cierto, Uruguay está con un precio de ganado muy arriba y está por encima del poder de compra de la industria. Ningún frigorífico quiere abandonar porque el marco general del ambiente de negocios y la confianza en el país, en la ganadería y en el gobierno, hace que nadie quiera sacar los pies del plato. El problema es que hay cinco participantes bailando y sólo hay cuatro sillas, recordando el juego de la silla. Hay más negocios que novillos”, reafirmó Iriarte.
La industria frigorífica uruguaya hace años que quiere que la oferta de ganado se incremente para bajar su capacidad ociosa.
“Daría la impresión de que no hay conciencia de que el sector industrial hoy no está bien. La visión es que una empresa que está en el negocio de la carne hoy se está llenando de plata”, analizó el gerente de frigorífico San Jacinto.
Es un gran logro que Uruguay venda su carne en los mismos mercados que Australia y que sea uno de los países que tiene más mercados abiertos, pero “para la industria, lo más importante es poderlo mantener en el tiempo y eso se logra mejorando la eficiencia de la ganadería para contar con una mayor oferta”, explicó Scayola.
Fonte: El Pais
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