quarta-feira, 6 de abril de 2016

Cimbronazo turco por ahora con efecto relativo

El mercado del ternero, al ingresar a la zafra, recibió un cimbronazo fuerte desde Turquía, el principal destino de los animales en pie, al anunciar esta semana la suspensión de las importaciones. Sin embargo, las primeras referencias post noticia mantienen una inusitada firmeza para los precios de esta categoría, confirmando que este era solo uno de varios argumentos alcistas para la reposición.
02/04/16

En lo que va de esta década Turquía ha sido el mercado por excelencia para los exportadores de vacunos en pie. Con una gran volatilidad, pasó de ser el destino de más de 260 mil vacunos en 2010/11 a ninguno entre 2013 y 2014, pasando en el medio por un período irregular fruto de la decisión del gobierno de limitar la liberación de certificados.
Desde fines de 2014 volvió con fuerza y en el correr del año pasado llevó más de 150 mil cabezas, básicamente terneros, manteniendo la fluidez en estos primeros meses del año. Los exportadores en pie pagan entre US$ 2,25 y US$ 2,30 para buenos lotes de terneros, lo cual sin dudas viene contribuyendo a la gran firmeza de los precios de esta categoría, que se independizó de la tendencia bajista del novillo gordo.
Si este hubiese sido el único factor de sostén de los precios de los terneros, el mercado se habría desplomado tras la noticia. Sin embargo, no lo hizo. Ayer en Pantalla Uruguay se mantuvieron valores promedio de US$ 2,20. Indudablemente, los otros argumentos están jugando su carta. Estos guardan relación fundamentalmente con la oferta forrajera: por un lado, un ingreso al otoño óptimo, “bien regado”, en especial en el norte del país, pero ahora extendido a todo el territorio; por otro, los espacios que ha dejado la agricultura, probablemente unas 200 mil hectáreas este verano y muchos puentes verdes que estarán disponibles en el invierno. Lo más razonable es ocuparlos con categorías livianas, de menor precio al bulto, lo que está alentando a muchos productores a “agregarle algún centavo más” a estas categorías, con tal de hacerse de bocas.
Pero el otro gran definidor del precio del ternero, el del novillo gordo, no juega a favor. Con ello, el índice de reposición (la relación flaco-gordo) se arrima a un increíble 1,5 (50% más caro el kilo del ternero que el del novillo en pie), relación nunca antes alcanzada en la extensa historia ganadera uruguaya.
Es un hecho que la noticia de Turquía no favorece los precios de la reposición. Habrá que esperar el paso de los días para ver qué efecto tiene. Será fundamental por cuánto tiempo queda vigente y si realmente implica una suspensión total de las compras, o es más bien un reordenamiento en el intento de que el mercado no se siga recalentando. Por el momento, el impacto sobre los precios es reducido, pero parece factible que en la medida que crezca la oferta y que el gordo consolide cotizaciones relativamente bajas, la cotización del ternero sufra alguna corrección. 
Tardaguila Agromercados

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