El sector frigorífico brasileño se encamina a una nueva investigación por concentración de la faena
Hace cinco años, después de 17 meses de investigación, en una situación similar se produjo la condena de ocho empresas: Minerva, Mataboi, Estrela D’Oeste, Marfrig, Friboi (hoy JBS), Bertin, Frigol y Franco Fabril
El sector frigorífico brasileño se encamina a una nueva investigación por concentración de la faena, similar a una realizada en 2006 que condujo a la condena de ocho empresas por el delito de “cartelización”.
El viernes pasado la Secretaría de Derecho Económico (SDE) afirmó en el Senado que existe “un significativo poder de compra” de los frigoríficos registrados en el Ministerio de Agricultura, ante lo cual dijo estar de “puertas abiertas” para profundizar en el tema.
“Ese poder de compra es tan o más dañiño que el poder de venta. Y un mercado concentrado sugiere el ejercicio de un poder de mercado”, afirmó la coordinadora general de Análisis de Infracciones en Agricultura e Industria de la Secretaria de Derecho Económico, Marcela Gomes, citada por Valor Económico.
En 2006 y luego de 17 meses de investigación la SDE recomendó al Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade) la condena de ocho empresas: Minerva, Mataboi, Estrela D’Oeste, Marfrig, Friboi (hoy JBS), Bertin, Frigol y Franco Fabril.
La industria rechazó la existencia de concentración y afirmó que en otros sectores ese fenómeno es mayor.
“No hay concentración, lejos de eso. El productor de naranja y de soja está mucho peor, porque tiene tres o cuatro clientes para vender”, afirmó en el Senado el director de la Asociación Brasileña de Industrias Exportadoras de Carne (Abiec), Fernando Sampaio. “No se puede decir que controlan los precios al productor y consumidor”, añadió.
Sampaio sostuvo que los tres mayores frigoríficos responden por el 35% de las ventas.
“En Estados Unidos el índice llega al 60%,” afirmó.
El Banco Nacional de Desarrollo (BNDES) también fue cuestionado por los parlamentarios, en tanto podría contribuir a consolidar la supuesta concentración.
El BNDES declara tener el 20% de las acciones de JBS, 30% de Marfrig y 2,5% de Brasil Foods. En 2010 el banco invirtió R$ 5,5 mil millones –US$ 3,46 mil millones– en el complejo cárnico.
Sin embargo, la entidad oficial rechazó la acusación, negando la existencia de políticas financieras que discriminen entre grandes y pequeños frigoríficos.
“El cliente tiene que cumplir las exigencias legales y también los criterios técnicos del BNDES”, señaló el gerente del Área de Mercado de Capitales, André Teixeira.
A pesar de los reparos, la semana pasada el Ministerio de Economía (MEF) aprobó la fusión entre ambos frigoríficos, pero considerando probable el ejercicio de poder de mercado en los estados de Goiás y Minas Gerais.
Por tanto, la aprobación está condicionada a la venta de una planta en los estados de Goiás y Minas Gerais equivalente a la participación de mercado de Bertin en ambos lugares previo a la fusión.
El sector frigorífico brasileño enfrenta otras dificultades. La agencia rusa de salud animal anunció la semana pasada que mantenía las restricciones a la importación de productos a 13 plantas frigoríficas brasileñas, lista a la cual agregó otras ocho, que solicitaban el permiso por primera vez. Entre las plantas embargadas hay cinco pertenecientes a Brasil Foods, según datos de Correio do Povo. Continúan siendo analizadas otras ocho plantas.
De acuerdo a la agencia rusia los análisis de laboratorios a las plantas sancionadas dieron presencia de bacterias nocivas además de residuos de antibióticos, como tetraciclinas. Además, la misión puso en duda la eficacia de los controles veterinarios y sanitarios de los establecimientos.
FONTE: EL OBSERVADOR
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