PABLO ANTÚNEZ
La faena de vacas en los frigoríficos uruguayos cayó 39,86% en un año y la de novillos 9,50% si se comparan las estadísticas de faena de la última semana con las de igual fecha, pero un año antes. El productor está poniendo mayor énfasis en la cría.
El año pasado a esta altura del año se llevaban industrializadas 31.376 vacas frente a las 22.433 cabezas registradas entre el pasado 1° y 7 de mayo (-39,86%), según los datos oficiales.
La tendencia a la baja en la faena de vacas es clara, se continúa acentuando cada semana -en una semana cayó 5,50%- y todo indica que el productor, alentado por los altos valores de la reposición, le está poniendo mayor empeño a la cría. Por otra parte, lentamente la faena entre vacas y novillos va tendiendo a equipararse.
El año pasado, debido a los problemas climáticos las vacas fueron las primeras en engordarse frente a los novillos y eso provocó que, en ciertos meses del año, pasaran lejos a los novillos en las faenas semanales. Era más negocio mandar la vaca fallada al frigorífico metiéndole kilos encima, que mantenerla en el campo y volverla a preñar.
"Hay más expectativa por la cría en general. No sólo se nota en las faenas, también se visualiza en los distintos remates por pantalla que se han desarrollado", aseguró a El País Guzmán Tellechea, delegado de la Asociación Rural del Uruguay (ARU) en la Junta Directiva del Instituto Nacional de Carnes (INAC).
Hasta ahora el número de vacas enviadas a la industria es muy similar a los promedios históricos.
Para Alejandro Zambrano, presidente de la Asociación de Consignatarios de Ganado, no hay dudas que los productores están reteniendo vientres.
"La gente está poniendo mayor énfasis en la cría e incluso se ven muchos productores -cuando las reservas forrajeras se lo permiten- haciendo entores de otoño y esa es una buena noticia para el futuro, porque cambia la perspectiva que se tenía. Antes la perspectiva mostraba que los números de los terneros eran malos y eso desestimulaba a la cría", explicó el empresario.
Tanto Tellechea como Zambrano coincidieron en que los precios de los vientres todavía tienen un trecho para crecer y Uruguay va camino a eso.
"Cuando tenemos referencias como Argentina, donde vale más la ternera que el macho, hay bastante para andar todavía", dijo el presidente de los consignatarios a El País.
Los entores de otoño siempre fueron una herramienta para aumentar la cantidad de terneros, pero cuando los precios del ternero eran bajos, los productores no se estimulaban a hacerlos y a darle un manejo alimenticio y sanitario diferencial a esos vientres preñados.
Zambrano asegura que hoy es una herramienta más corriente y como ejemplo, dice que muchos de los clientes de su empresa -incluso varios que nunca los habían aplicado-, hoy se vuelcan a los entores de otoño alentados por los altos precios del ternero.
FONTE: El País Digital
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