En forma más lenta de lo que les gustaría a los frigoríficos exportadores argentinos, el Gobierno avanza en las negociaciones para colocar carne premium a Europa con arancel cero. El negocio resulta mejor que la Cuota Hilton, por la que se pagan tasas de importación, aunque menores.
El ingreso del país a este cupo, conocido como la Cuota hormona, es uno de los reclamos de cabecera de los empresarios exportadores, que hoy aportan carne al mercado de consumo interno para que se les autorice un mínimo de exportación.
En este contexto, los empresarios buscan lograr los mercados de mejor valor, como la Cuota 620 (según su denominación técnica), explicó el titular del consorcio ABC, Mario Ravettino.
Según confirmó a El Cronista Estanislao Zawels, coordinador de la Unidad de Negociación con la Unión Europea de la Cancillería argentina, esta semana el país completará las presentaciones formales para participar de esta cuota, de un volumen de 20.000 toneladas anuales a repartir entre los países habilitados.
Hasta el momento, ingresaron en este listado Estados Unidos el beneficiario original, Canadá, Uruguay, Nueva Zelanda y Australia. Las negociaciones argentinas llevan más de dos años y, según fuentes empresarias, tras la presentación, el lobby que hagan las autoridades nacionales será la clave para acortar los plazos de aprobación de la UE.
También esta semana, representantes del sector exportador se reunirán con funcionarios de la cartera de Agricultura, que comanda Norberto Yauhar, con la apertura de mercados internacionales en la agenda de debate.
En paralelo, el Senasa creó un registro de feedlots proveedores de bovinos para faena con destino a exportación, a los fines de registrar a aquellos cuya intención sea ajustarse a los requisitos exigidos por la legislación europea para el cumplimiento de la Cuota 620, según una Resolución firmada por el titular del organismo de sanidad nacional, Marcelo Miguez.
La cuota en juego fue otorgada a los Estados Unidos en 2009 como resarcimiento por las restricciones al ingreso a Europa de carnes estadounidenses tratadas con hormonas.
A través de un acuerdo, Europa elevó el volumen inicial del resarcimiento a 20.000 (que serán 45.000 en 2013) y abrió el juego a otros países. La Argentina quiere integrar la nómina en medio de una de las peores crisis frigoríficas de la historia.
Julieta CamandoneEl Cronista
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