Lo afirmó el titular de la Ciccra, Miguel Schiariti. Dijo que “hay sobreoferta y precios deprimidos” y que el secretario de Comercio Interior Moreno destruyó el sector cárnico.
La distorsión de precios en la cadena de la carne también se hace sentir en la región, donde varios cortes de primera calidad valen bastante menos que lo que cuesta un kilo de hamburguesas de marcas reconocidas.
Las críticas de la industria cárnica hacia el gobierno que encabeza Cristina Fernández de Kirchner recrudecieron hace algunos días, cuando se conoció el dato de que hoy en la Argentina es más caro un kilo de hamburguesas que uno de lomo, el corte de mayor valor que se comercializa actualmente en el país y en la región.
“Río Negro” visitó una reconocida cadena de supermercados y corroboró el dato en cuestión: efectivamente, para adquirir un kilo de lomo hay que desembolsar alrededor de 70 pesos, menos de lo que vale un kilo de hamburguesas de una marca líder en el mercado, que se puede conseguir desde los 85 pesos en su versión tradicional mientras que el kilo de las catalogadas como light supera los 91 pesos.
Cabe aclarar, para aquellos amantes de este tipo de comidas, que hay hamburguesas de otras marcas que son más económicas, aunque en líneas generales no están muy por debajo de los 70 pesos que cuesta un kilo de lomo.
Por caso, algunos de los otros productos disponibles en las góndolas al momento de realizar la comprobación tenían un costo que oscilaba entre 56 y 59 pesos el kilo, apenas unos 14 pesos como máxima diferencia con lo que cuesta el corte cárnico apuntado.
El dato del diferencial de precios entre el lomo y las hamburguesas que salió a relucir en la última semana generó un intenso debate y mereció duras acusaciones del titular de la Cámara de Industria y Comercio de Carne y Derivados (Ciccra), Miguel Schiariti, contra la política económica del gobierno K.
Éste aseguró que el control de precios implementado por el gobierno nacional para el sector cárnico “no funciona” y que las decisiones adoptadas para regular el precio del producto fueron “un fracaso absoluto”.
El enfrentamiento entre la industria de la carne y el gobierno K viene desde hace varios años, debido a la intervención de este último en la cadena de ganado que prácticamente sacó a la Argentina del competitivo mercado exportador mundial.
Hay que recordar que recientemente Argentina quedó excluida del ranking de los principales exportadores de carne a nivel mundial superada, entre otros, por Paraguay y Uruguay, que siempre habían estado lejos de la performance de nuestro país en materia exportadora.
“La contradicción que exhibe el precio del corte de lomo y el valor de las hamburguesas tiene que ver con el atraso cambiario y con el 15% de retenciones que rige para la exportación de carne bovina. Así no se puede exportar”, dijo Schiariti a una radio por-teña.
Por ello, el dirigente de la industria frigorífica fue rotundo al afirmar que “el control de precios no funciona” y manifestar que las dificultades de rentabilidad que presenta el negocio cárnico estaría impulsando la llamada liquidación de vientres, tal como pasó en el 2010, cuando se dispararon los valores cárnicos en las góndolas y carnicerías.
Hoy ese indicador se ubica apenas por debajo de la línea a partir de la cual se considera que los productores e inversores del sector ganadero comienzan a salir del circuito para trasladar sus divisas a otras ramas del agro o directamente a otros sectores de la economía que resulten (más) redituables.
Schiariti también sostuvo que es “absoluto el fracaso” de la política aplicada por la Casa Rosada para regular el precio interno de la carne vacuna y consideró que el fallo en las decisiones gubernamentales es “uno más, no de (el secretario de Comercio Interior, Guillermo) Moreno, sino de este gobierno, que sigue sosteniéndolo desde hace casi siete años”.
“El 94% de la carne que se produce se consume en el mercado interno, hay sobreoferta de carne y los precios se mantienen deprimidos. En cambio, hacer una hamburguesa tiene costos industriales y de transporte y/o electricidad, todos costos que han sentido un fuerte ajuste en los últimos tiempos”, comentó.
El directivo explicó que “es probable que Moreno esté contento” con las medidas adoptadas hasta aquí y sus resultados, debido a que –sostuvo– “el objetivo de Moreno en política agropecuaria ha sido destruir al sector”. Schiariti aseguró que “va a ocurrir lo mismo que pasó en el 2010, cuando se liquidaron diez millones de cabezas y el kilo de carne pasó de 15 pesos a un valor de 40 de un día para otro”. “Da la sensación de que en el segundo semestre del 2013 va a comenzar la liquidación de vientres (bovinos) y, cuando comienza, seis o siete meses después volvemos a tener una estampida de precios y allí el lomo puede pasar a costar 140 pesos”, afirmó para luego agregar que el índice de faena de hembras, que indica cuál es el nivel de liquidación o retención de los vientres en el stock de la hacienda, pasó de un 38 a un 43% en la actualidad. (Ver infografía)
Dice el IPCVA
Por su parte, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) salió a aclarar durante la semana que el proceso de recuperación del rodeo bovino nacional iniciado en el 2011 sigue su marcha, de acuerdo con un informe elaborado por el Área de Estadística y Economía del organismo. Según el trabajo, al menos a mediados del segundo trimestre del corriente año, el mismo llegaba a un valor aproximado de 50,9 millones de bovinos. De esta forma, se ubicaba casi tres millones por encima del piso de marzo del 2011, aunque lejos de los 60 millones contabilizados al final del verano del 2007.
El perfil de la recuperación del rodeo bovino nacional se centra en las categorías más puras de cría –vacas, terneros y terneras–, ya que la disponibilidad de las más requeridas para la producción de carne, como novillos, novillitos y vaquillonas, aún se encuentran en niveles inferiores a los del 2011.
La faena bovina durante el segundo trimestre del 2013 se ubicó apenas por debajo de los 3,16 millones de cabezas, una cantidad levemente superior a los valores correspondientes al primer trimestre del año, cuando se habían faenado poco menos de 3,07 millones de bovinos.
Respecto del primer trimestre de este año, la faena tuvo una suba del 3%, precisa el trabajo. El acumulado del primer semestre trepa a 6,2 millones de bovinos faenados, un 12,3% por encima del primer semestre del 2012. Y concluye que “las perspectivas para la faena y la producción de carne bovina durante el segundo semestre del 2013 estarán en parte determinadas por la evolución reciente de la actividad de los establecimientos de engorde a corral”.
Además, “debería esperarse un número leve a moderadamente superior de hacienda de campo dado que la última zafra produjo 700.000 terneros más que la zafra 2011/12 y el número de vacas se encuentra también en alrededor de 800.000 cabezas por encima de los valores del 2012″.
Faena y producción
De acuerdo con el último informe sectorial de la Ciccra, en junio de este año la industria frigorífica cárnica mantuvo su nivel de actividad, con una faena de alrededor de un millón de cabezas, tal como se viene observando desde julio del año pasado.
En términos interanuales la faena mostró un avance del 15,1% pero, a pesar de que parecería ser un dato alentador, lo cierto es que junio del 2012 fue uno de los más pobres de los últimos 34 junios. Es decir que la base de comparación utilizada es muy baja y por ese motivo la impresión de que hubo una mejoría notoria en el nivel de faena.
En términos absolutos, se faenaron casi 133.000 cabezas más que en junio del año pasado, un crecimiento que siguió siendo explicado por la creciente participación de las hembras –algo que, como ya se apuntó, no es una buena señal para la ganadería nacional–.
En junio del 2013 la faena total creció un 15,1% interanual, producto del aumento de la faena de hembras del 17,8% anual combinado con un avance de la de machos del 13,2% anual. Es decir, las hembras siguieron ganando participación en la faena total, aunque en el último mes los guarismos resultaron más parejos. Ya se cumplieron quince meses consecutivos en los cuales la expansión de la actividad sectorial estuvo explicada básicamente por el mayor crecimiento relativo de la faena de hembras.
La participación de las hembras en la faena total se ubicó en el 42,5% el mes pasado y registró un alza de un punto porcentual en términos interanuales. Con esto ya se cumplieron ocho meses consecutivos de la finalización del proceso de retención de vientres/recomposición de existencias que se inició en la primavera del 2009, aunque hasta el momento no se puede afirmar que el ciclo ganadero haya ingresado nuevamente en una fase de liquidación de existencias. Sin embargo, la caída del precio del kilo vivo de ternero de la presente campaña y la falta de interés de los productores en la compra de vaquillonas entoradas o para entorar llevan a pensar que una nueva etapa de liquidación está por comenzar.
El consumo de carne vacuna por habitante, promedio móvil de doce meses, se redujo un 12,9% respecto del máximo relativo verificado en el 2009.
Fonte: AgroMeat
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