La ganadería uruguaya se encuentra en un punto crucial. Cuando empezamos esta publicación advertimos que la producción de terneros se iría a tres millones y que faenar tres millones de vacunos con precios estables y márgenes aceptables para criadores, invernadores e industriales era algo posible que estuviera al alcance de la mano. Y sigue estando al alcance de la mano.
Porque tanto el precio internacional como el interno de la carne permiten sostener un precio del novillo gordo de US$ 3,40 con margen para la industria y un ternero de US$ 2 por kilo vivo con margen para el criador.
Es una coincidencia en el tiempo, y tal vez no lo sea en un sentido cronológico. Desde que INAC lanzó su propuesta de pago en tercera balanza, luego modificada a una divulgación de información sobre el rendimiento de las haciendas en cada etapa de la industria frigorífica, la negociación sobre el precio de la hacienda se ha vuelto más y más tensa. Y en esa tensión la industria al actuar en forma monolítica ha tenido todas las de ganar.
Los productores se encuentran hoy entre la espada y la pared. O venden a un mal precio una semana o venden a un precio peor a la semana siguiente. Malo en el sentido de menor al que reciben los productores de Brasil, o en relación al que recibían un año atrás. Pero como dice la canción del grupo punk Trostsky Vengarán: todo puede estar mucho peor.
La industria compra lo menos que puede. Los productores retienen porque tienen pasturas. Los fríos se vienen. ¿Qué sucederá dentro de un mes cuando caigan las primeras heladas fuertes? ¿Podrá la exportación en pie a Brasil sostener un precio aceptable? ¿A qué precio? ¿Y que pasara con el precio de la reposición ante ese escenario?
Mientras la guerra de trincheras de la ganadería se acentúa, los sojeros festejan otra cosecha récord y empiezan a mirar de reojo los precios que pueden cobrar por el grano cosecha 2015, nuevamente arriba de los US$ 400.
En un mes podemos tener heladas, cosecha récord y muchos productores que apostaron a crecer como ganaderos ofreciendo sus campos para arrendar, cansados de un nivel de incertidumbre que no se origina en los mercados externos. El precio del cuero uruguayo hoy es récord, el precio del ganado en EEUU es récord, China y Europa siguen comprando.
La ganadería todavía puede crecer como tendencia de largo plazo. Pero la posibilidad de volver a un comportamiento cíclico con un salto de la oferta y precios bajos por un mercado saturado es cada día más posible. Todavía hay tiempo de que la apuesta de los productores se mantenga. Pero los tiempos se acortan. Las rentas agrícolas no bajan.
Y muchos productores pueden preguntarse a esta altura: tres millones de terneros, tres millones de animales prontos para faenar luego….¿para qué?
fonte: Blasina y asociados
fonte: Blasina y asociados
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