PABLO ANTÚNEZ
El Instituto Nacional de Carnes (INAC) prepara la franquicia de restaurantes para vendérsela a los inversores que quieran participar del proyecto y replicar las experiencias desarrolladas por las parrillas gourmet en España, China y Portugal.
"Cuando salíamos con el proyecto restaurantes teníamos claro que había que dialogar con el consumidor final y la forma de hacerlo era a través de los restaurantes temáticos, pero también trabajar a nivel de minoristas, góndolas de supermercados y otros nichos de mercado", aseguró Fernando Gil, jefe de inteligencia de mercado del INAC.
La franquicia permitirá que el inversor que decida abrir un restaurante en cualquier parte del mundo pueda transmitir los mismos valores, la cultura país y las bondades de la carne uruguaya, adaptados al lenguaje del país donde se desarrolla el marketing.
El interés de inversores privados en adquirir la franquicia es creciente y el INAC está recibiendo consultas permanentemente. "Ahora, hacia fin de año, el gran desafío es comenzar a salir con una franquicia, con sus manuales, para comenzar a dialogar con los interesados de la forma más profesional posible", explicó Gil.
A través de este documento, el INAC le podrá decir al inversor los términos en los que acompañará su esfuerzo económico, cómo armar el show y las claves para difundir la cultura del país.
"La idea es manejarse con el código adecuado que le garantice a ese inversor que hay un cliente que quiere pagar un plus por vivir la experiencia de degustar la carne uruguaya", explicó el jefe de información de mercado del INAC.
Por su parte, la meta de Uruguay es valorizar cada vez su carne. Hoy la carne bovina uruguaya en el mercado internacional se vende a precios por encima de los de Australia, Estados Unidos o Brasil, grandes productores y tradicionales competidores.
"La meta es transmitirle al consumidor que la carne uruguaya tiene determinados diferenciales por los que el cliente final está dispuesto a pagar más dinero. El desafío grande es ver, cómo desde el punto de vista del posicionamiento y del marketing llevamos adelante estas acciones como las realizadas con los restaurantes temáticos en China, España y Portugal", admitió Gil.
La diferenciación pasa por mostrarle a los consumidores que la carne uruguaya está producida en base a un sistema de producción familiar, con seguridad, con trazabilidad desde el campo hasta la industria y eso permitió llegar a nichos de mercado de alto valor. Todas esas garantías son las que hacen que el cliente pague más dinero por el producto.
ESTANCIA. La gran imagen que impulsa INAC en el mundo es que Uruguay es "la última gran estancia", demostrando que "los sistemas de producción de carne en el país son a cielo abierto y naturales, que detrás de la carne producida hay una familia, una trama social y que no se usan hormonas, a diferencia de otras partes en el mundo, donde, además, los que producen las proteínas animales son grandes corporaciones". Y remató el jefe de inteligencia de mercado del INAC: "Desafiamos al mundo diciendo, esas condiciones de producción se aplican solo en Uruguay, no pasa en otros lados; si les agrada esa diferencia, estén dispuestos a pagar un poco más por la carne".
FONTE: El País Digital
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