El gremio de los trabajadores de la carne reclama ahora hablar con la Presidenta.
Pese a los numerosos contactos telefónicos que hubo durante gran parte de la jornada y el amague para hacer una reunión que al final no se concretó, al cierre de esta edición fracasó una negociación entre el Gobierno y la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne y hoy continuará el bloqueo al Mercado de hacienda de Liniers. El sindicato encabeza la medida de fuerza desde anteayer.
El gremio reclama una política que le ponga un freno a la sangría de despidos de operarios en la industria frigorífica, que, según datos del mismo sindicato, ya supera los 8000 desde 2009. Muchas de las cosas que el sindicato pide también tienen que ver con cuestiones que reclaman los productores ganaderos: entre otras, agilizar la entrega de Registros de Exportaciones (ROE) para las ventas al exterior y bajar las retenciones, que hoy están en una tasa del 15 por ciento.
Además del bloqueo, el sindicato también cortó en Venado Tuerto la ruta nacional 33, a la altura donde se encuentra una planta de Swift, que entró en crisis y se quedó con 65 de sus 548 operarios iniciales. Los trabajadores que allí siguen no aceptaron un retiro voluntario. En las últimas horas, la firma postergó, por tercera vez en tres meses, su cierre por otros 30 días. Lo hizo prorrogando hasta el 10 del mes próximo un régimen de garantía horaria.
Ayer, como consecuencia de la protesta del sindicato, Liniers operó con 34 cabezas de hacienda que llegaron poco antes del comienzo de la medida de fuerza.
Pero, en medio del bloqueo, y ante la llegada de 80 camiones con unas 2500 cabezas, se dio una situación atípica. Por cuestiones de seguridad, aunque con la promesa de que no fueran bajados los animales, los gremialistas aceptaron que gran parte de esos camiones ingresaran en el establecimiento. Sin que bajara ningún vacuno ni se realizaran los remates habituales, algunos operadores comercializaron la hacienda mediante llamadas telefónicas con los frigoríficos.
"El bloqueo continúa", expresó anoche, al cierre de esta edición, Alberto Fantini, secretario general del sindicato. Fantini cultiva una buena relación tanto con el jefe de la CGT, Hugo Moyano, ahora enfrentado al Gobierno, como con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, curiosamente el hombre que con su política de restricciones provocó la crisis.
NEGOCIACIONES FRUSTRADAS
Por la tarde, los sindicalistas estuvieron a punto de reunirse con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. Pero el encuentro no se produjo porque el Gobierno exigió que antes de negociar pusieran punto final al bloqueo. Los gremialistas no accedieron. Como señal dejaron el corte de la ruta en Venado Tuerto, aunque avisaron que seguían con la toma de la planta de Swift.
El gremio dice que hace más de un mes les llevó a funcionarios del Gobierno propuestas para intentar reencauzar la crisis en el sector. No hubo respuestas y ahora el sindicato comunicó que quiere hablar directamente con la presidenta Cristina Kirchner.
"Lo único que nos queda es llegar a la Presidenta", afirmó Carlos Molinares, secretario de organización. "Hay que bajar las retenciones, agilizar los ROE y eliminar las baratas [un mecanismo por el cual el Gobierno obliga a vender a los frigoríficos a precios más bajos en el mercado local, a veces a pérdida, a cambio de exportar] que sólo benefician a algunos", añadió.
Mientras tanto, trascendió que habían existido gestiones de operadores del mercado con funcionarios del Ministerio de Agricultura, de Trabajo y hasta con el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, para que intentaran buscar una solución al conflicto.
"Si esto no se arregla, puede haber desabastecimiento y suba de precios [en la carne]", advirtió Ignacio Gómez Alzaga, consignatario y director del mercado. Por el bloqueo, Liniers por donde pasa el 15% de la faena de todo el país y el 40% de la del Gran Buenos Aires, habría perdido de facturar 2 millones de dólares. En el sector ayer nadie entendía el porqué de la medida de fuerza en ese lugar.
Los frigoríficos tienen reservas de carne, por lo menos, por cinco días más en sus cámaras. "Es prematuro hablar de desabastecimiento", subrayó Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria de Carnes y Derivados (Ciccra). Según Schiariti, en los últimos dos años cerraron 120 plantas frigoríficas.
Con la colaboración de José E. Bordón, desde Santa Fé
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