LUIS GUTIÉRREZ GOMEZ
La República del Uruguay es un país de 175.016 Km.2, y su inventario de ganado es de 11.000.000 de cabezas, mientras Colombia tiene 25.000.000. El alto inventario le permite exportar sus excedentes. El año pasado Uruguay exportó a Turquía 300.000 novillos en pié y en el primer semestre de este año alcanzó a enviar 152.000. Sus autoridades propician las exportaciones, pero guardan celosamente un equilibrio entre la cuota exportable y la demanda interna a fin de contener las alzas en los precios de la carne y evitar que se transfieran a los consumidores finales, y con la cuota de exportación defienden a los ganaderos de los frigoríficos, que quieren imponer el precio a su antojo. Ese equilibrio, sano para todos, no se da en Colombia y el señor ministro de Agricultura no lo ha entendido así.
Colombia es un país que no ha tenido suerte en la exportación de ganado debido a que ha sido estigmatizado en los mercados internacionales como país “aftoso”. Su carne, por ser fibrosa, es poco apetecida en comparación con la de la raza Angus. No obstante, esa condición la logramos superar y fuimos declarados libres de aftosa por vacunación por la OIE. Perdimos el mercado de Venezuela y no ha sido posible recuperarlo. El discurso tanto del Gobierno Nacional como de Fedegán era que había que buscar nuevos mercados y fue así como un grupo de ganaderos consiguió el mercado de Líbano, al que se lograron exportar 40.000 reses en 2010 y 42.000 en el primer semestre de 2011.
El Ministerio de Agricultura, sin explicaciones, canceló las exportaciones de ganado en pie, lo cual generó una protesta de los ganaderos contra el Ministro y el presidente de Fedegán; aunque hay que reconocer, en buena hora, que éste último ha moderado sus declaraciones y ahora es partidario de las exportaciones de ganado en pie a Líbano. Lo cierto es que las exportaciones se cancelaron por presiones de los frigoríficos, quienes veían en los exportadores de ganado una fuerte competencia, pues los ganaderos prefirieron venderle a los barcos, que pagaban de contado, y no a los frigoríficos, que pagan a 60 días. Para acallar las protestas, el Ministerio de Agricultura aprobó un contingente de 70.000 reses, que resulta insuficiente. Basta con comparar las estadísticas de los dos países. A diferencia del de Uruguay, nuestro Ministerio de Agricultura maneja para este caso puntual una lentitud pasmosa. ¿Cómo se explica que a la fecha no se conoce la resolución que la reglamenta?
Pero más insólito resulta que en días pasados el Ministerio aprobó 84 licencias con cupo máximo de 90 reses por empresa. Eso demuestra por parte del Ministerio un desconocimiento total que podría interpretarse como una burla, la que confirma que al Gobierno no le interesan las exportaciones de ganado en pie. ¿Será que tendremos que hacer un paro de ganaderos como en Francia, o como en Argentina lo hicieron los productores de Soya?
Por lo pronto, nos sentimos defraudados y nos tocará hacer eco de la conocida expresión del Chapulín: “y ahora, ¿quién podrá salvarnos?” Amanecerá y veremos.
*Abogado, Ganadero, ex Senador de la República.
FONTE: ELUNIVERSAL.COM.CO
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