Esta semana el Ministerio de Ganadería autorizó cuatro nuevos embarques en pie de ganado para engorde y faena, poco más de un mes después de haber dado las tres anteriores. Se trata de permisos por 31 mil cabezas a ser embarcadas en los próximos 40 días.
No se trata de un volumen demasiado significativo, pero pocos meses atrás una noticia de este tipo hubiera significado un impulso importante para las categorías de terneros y novillitos. Sin embargo, en esta oportunidad casi pasó desapercibido. Los exportadores están encontrando dificultades para operar en el mercado, ya que los márgenes se ajustaron mucho y surgieron competidores a nivel internacional (caso de México) a precios competitivos.
Ayer, en declaraciones a Valor Agregado, en Radio Carve, el presidente de Plaza Rural, José De Freitas, dijo que la exportación en pie se está comportando como “un operador más”. Dijo que es factible que haya hecho algún negocio, pero que no hubo una participación significativa.
Integrantes del sector exportador comentaron que están encontrando muchas dificultades para hacerse de la hacienda a cotizaciones que permitan que los animales lleguen al barco a US$ 3,40 el kilo. Y esto a pesar de que Turquía redujo las exigencias. Antes aceptaba sólo machos enteros de 180-280 kilos; ahora admite también castrados.
Se asegura que algunos de los exportadores beneficiados en la autorización de marzo habrían solicitado una prórroga del plazo para cumplir con el embarque, pero que desde el MGAP no hay disposición a hacerlo. A su vez, en esta oportunidad se habían otorgado cinco permisos, pero uno de ellos fue rechazado por la firma exportadora, ya que en las condiciones actuales no estaría logrando concretar el embarque.
El actual equilibrio en los precios de la hacienda de reposición está determinado por una oferta estructuralmente escasa y por las excelentes condiciones forrajeras. El pasto es lo más inflacionario que hay, aseguran los operadores más experientes, y la actual coyuntura les da la razón. Con esta realidad, la exportación en pie se transforma en un operador más del mercado. El mercado retorna así a un equilibrio que había sido alterado a partir del segundo semestre de 2010 por la fuerte demanda turca. Quizás ya no sea más necesario el control de estos permisos por las autoridades sectoriales.
FONTE: TARDÁGUILA AGROMERCADOS
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